viernes, septiembre 30, 2005

El espejo

Ayer me di cuenta de que no tenía una imagen real de mi misma, y todo al mirarme al espejo. En mi casa sólo hay un espejo que te permite verte de cuerpo entero, y está en el cuarto de mis padres, así que como era un territorio semi-vedado, aprendí que es lo que combinaba y me vestía sin mirarme al espejo, solo el busto que me lo veo al salir en el espejo del taquillón. Pero ayer tuve una revelación, bueno más bien un susto, fuí a un teatro con el pasillo forrado de espejos y la ropa me quedaba fatal, y yo que pensaba que iba tan guapa.
Eso me ha hecho darme cuenta de que quizá doy demasiadas cosas por supuestas y que en este mundo todo es además de relativo, mutable. Consejo, no dejeis de mirar las cosas porque estén demasiado vistas, ellas cambian en la realidad y nuestro recuerdo las trasforma hasta que no se parecen en nada.
Por cierto, voy a comprarme un espejo para mi cuarto urgentemente.

jueves, septiembre 29, 2005

Malas noticias


Ayer recibí malas noticias, pero de esas que sabes que van a llegar, aunque deseas con todas tus fuerzas que no lleguen; por si fuera poco son de esas que se refieren a un hecho futuro, asi que son dos malas noticias en una, porque te auguran un esperar desesperado.
Me sorprendió no tomarmela tan mal como esperaba y me pregunto si será porque ya me lo imaginaba o porque aun no acabo de creermelo o por otra variante de la compleja psicología humana; sea como fuere yo creo que es porque mientras hay vida hay esperanza y Pandora no ha abierto aún su caja por última vez para mi.

miércoles, septiembre 28, 2005

El Silmarillion


Hoy por fin me acabé de leer "El Silmarillion" de Tolkien, despues de un año, y no leo muy despacio es que en medio me paré a descansar leyendome otros libros de esos que se leen rápido, quizás porque nos gustan.

No se le recomendaría a nadie, al menos no entero, pero no puedo decir que me no me haya gustado, algunas partes me han encantado.

Una vez oí que hay que leer los libros como los niños, de forma que si no te gusta el libro debes dejarlo, para apoyar esta idea algunos argumentan que hay tantos libros buenos por leer que no debemos perder el tiempo en aquellos que no nos gusta. Yo no soy de esa opinión, de hecho tuve que empezar "El nombre de la rosa" mil veces hasta que me le acabé y hoy es uno de mis libros favoritos. Y de todos los libros se aprende algo aunque sólo sea que ese autor no te gusta.