sábado, febrero 02, 2008

Cada día que amanece ...

Cuando mi camino con G terminó me llegó el efecto rebote de toda dieta restrictiva de algo aunque sea de amor propio y cual dibujo de Maitena fui una superada para desesperación de S. Pero todo fue cambiando hasta alcanzar el deseable punto medio, un punto en el que he llegado a decir "Es que vivo rodeada de gilipollas"
Pero al oirlo S. no vio signo de cura y pensó que la recaida era inminente; así que cual ha sido mi alegría al oirla gritar que vive rodeada de gilipollas.
C., ya solo quedas tú.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dadme tiempo, dadme tiempo, que es que, ahora, no me veo en situación ;)